La mayoría de las organizaciones sin fines de lucro están sostenidas por la acción conjunta de donaciones. En consecuencia, el charity crowdfunding se convirtió en uno de los métodos favoritos para poder potenciar proyectos.
El año 2020 dio vuelta el tablero de muchas personas. La pandemia del Covid-19 aceleró el proceso de digitalización y el crowdfunding se volvió prácticamente una norma a nivel mundial.
Aunque no es algo nuevo (la primera vez fue en 1997), esta manera de recaudar fondos creció como nunca en el último tiempo. Hoy, los websites de charity crowdfunding son más comunes de lo que uno imagina.
A continuación, un breve repaso por el crowdfunding en general, cuáles son las particularidades de las donaciones y lo que deben tener las plataformas de charity crowdfunding.
El crowdfunding es, básicamente, un sistema para recaudar dinero entre muchas personas. Se define un objetivo monetario y se buscan personas o empresas que aporten dinero.
Hay diferentes tipos de finalidades de cada modelo de crowdfunding:
Por último, el charity crowdfunding, también conocido como “de donación”, se trata del mismo método de recaudación, pero sin que los aportantes esperen algo a cambio.
Históricamente, este tipo de colectas se hacía a través de subastas, galas y otros eventos que no solo requerían una puesta en práctica demasiado costosa, sino que a veces impedía participar a personas que no estaban cerca del lugar.
El charity crowdfunding elimina las distancias y permite mostrar en tiempo real qué tan cerca se está del objetivo a cumplir.
Este método permite financiar prácticamente diferentes tipos de campañas, pero dada su naturaleza altruista, tiende a vincularse con proyectos solidarios o humanitarios.
Aun así, no hay ningún impedimento para descartar este sistema de otros ámbitos, como el rubro inmobiliario. Por supuesto, debe involucrar algún fin benéfico para atraer a los donantes.
Las plataformas de charity crowdfunding son cada vez más diversas y se enfocan en varios aspectos de la recaudación de fondos, por lo que es importante conocer una plataforma antes de lanzar un proyecto en ella.
Para eso, es fundamental que tanto la persona que impulsa el proyecto como la plataforma sobre la que trabaja, funcionen en completa armonía. Por este motivo, siempre conviene establecer algunos parámetros antes de embarcarse en una nueva empresa:
Tanto los aportantes como los promotores de un proyecto pueden tener ciertas dudas de cómo se implementa una campaña de crowdfunding.
Del lado de los donantes, las dudas más frecuentes son sobre el destino de sus fondos, si estarán cubiertos y cómo poder hacer un seguimiento de los mismos.
Quienes deseen llevar adelante una campaña de crowdfunding seguramente estarán con la mente en cómo se articulan este tipo de donaciones a través de una plataforma y cuál es el impacto fiscal que tendrá sobre el capital.
Para ambos casos, siempre es recomendable revisar que la plataforma de charity crowdfunding figure debidamente en el registro de empresas del país donde se opera (es posible que estos registros varíen de país a país).
En el caso de los receptores de los fondos, tienen que considerar que hay un tributo aplicable sobre este tipo de recaudación, conocido internacionalmente como “impuesto sobre sucesiones y donaciones” (ISD).
Si bien puede ser diferente según el país de origen, lo cierto es que el ISD debe tenerse en cuenta y evitarlo puede llevar a graves consecuencias legales.
Es una buena práctica para los aportantes, conocer el rubro en el que se dona el dinero, de modo que pueda entender el alcance de su colaboración y pierda el miedo de formar parte de este sistema de colecta.
Es uno de los métodos más efectivos para poder alcanzar objetivos económicos de todo tipo. Hay plataformas de charity crowdfunding en EE.UU. que están enfocadas en real estate (residencial y comercial) y son sin fines de lucro, por lo que las posibilidades son infinitas.
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