El síndrome postvacacional, que no está acepado como enfermedad ni tampoco se manifiesta en todas las personas, es un tipo de estrés o depresión que conlleva un conjunto de síntomas que se manifiestan cuando nos reincorporamos a nuestras obligaciones laborales, familiares o académicas, tras un período de vacaciones.
Muchas personas no lo toman en serio pero es un fenómeno real, producto de un cambio brusco de estado. Pasamos abruptamente de estar pasivos, relajados y desconectados a estar al 100% intentando cumplir con las exigencias de la vida cotidiana. De hecho, hay estudios que indican que cerca de un 35% de la población ha sentido alguna vez alguno de los síntomas habituales de este tipo de estrés: cansancio, apatía, falta de concentración y somnolencia. En la mayoría de los casos, estas sensaciones desaparecen a los 10 o 14 días de regresar del descanso, pero así y todo, hay que lidiar con los síntomas hasta que remitan por completo.
¿Algunos consejos para enfrentar al síndrome post vacacional? Aquí van.
1. Programa tu vuelta con anticipación. No cometas el error de regresar de tus vacaciones el día anterior a tu vuelta al trabajo o a la universidad. Tómate, como mínimo, un día para retomar tus rutinas y ordenar la ropa y los souvernis que hayas traído de tus vacaciones. Es mejor poder pasar un tiempo en casa para aclimatarse, sobre todo si tienes jet lag.
2. Enfrenta tus actividades laborales progresivamente. Dedica un tiempo a analizar qué tareas tienes que hacer, prioriza las más relevantes y urgentes y comienza por las más sencillas y placenteras. Esto te ayudará a no meterte de lleno en las tareas y agobiarte.
3. Procura respetar las horas de sueño. Aunque en tus vacaciones hayas podido acostarte tarde y dormir de más o de menos, es importante que regularices tu ritmo de sueño tras tu vuelta al trabajo. Te aconsejamos evitar las siestas los primeros días e intentar dormir ocho horas por noche, para sentirte reparado.
4. Modera el consumo de alcohol y cafeína. El alcohol deprime el sistema nervioso central, lo cual puede agravar los síntomas de apatía, depresión y astenia provocados por el estrés postvacacional. Trata de evitar el café y las bebidas con cafeína para evitar males mayores.
5. Realiza actividad física. Hacer deporte y actividad física libera endorfinas, proteínas responsables de aportarnos dosis de felicidad y optimismo. Además, el deporte hace posible que la mente se libere del estrés al concentrarse en la ejecución del ejercicio físico. Cuando termines, te sentirás más suelto y con la mente despejada, desconectada de las preocupaciones. Pensarás mejor con la cabeza más clara.
6. Termina con los pensamientos recurrentes. Dar vueltas en la cabeza al mismo tema sólo incrementará tu ansiedad y tu sensación de falta de control. No lo permitas: sal a dar un paseo, dedícate un tiempo para ti, realiza una actividad que te guste o júntate a comer con amigos; lo que sea con tal de cortar con la cascada de pensamientos que te paralizan y no te dejan disfrutar.
7. Pon límites, sé paciente y aprende a decir “no”. Todo a su tiempo. Frena la ansiedad, la impaciencia y las exigencias de cualquier tipo (internas o externas) aprendiendo a decir que no. Poner límites te ayudará a asumir el control y hará que tomes las riendas de la situación, evitando que los demás interfieran. Aunque te cueste negarte, te harás un gran favor a ti mismo y a los demás.
8. Céntrate en lo positivo. A lo largo del día también pasan cosas buenas. Una palabra amigables, unas risas a la hora del café, una llamada telefónica de alguien que se preocupa… Hay que estar agradecidos por esos pequeños detalles y tomar conciencia de todo lo bueno que nos rodea. No dejes de dedicar una sonrisa o un “gracias” a esas personas que hacen del mundo un lugar mejor. Recuerda: todos tenemos problemas y no por eso descargamos en los demás. Aprende a separar las cosas.
9. Organiza tu tiempo y diviértete. Del mismo modo que empleas una determinada cantidad de horas al trabajo y/o al estudio, asegúrate de dedicar un tiempo también para hacer las cosas que te divierten y te gustan. Practica un pasatiempo: las aficiones ayudan a combatir la ansiedad y el estrés. Intenta mantener tu tiempo de esparcimiento aún después de superar el síndrome postvacacional; es ideal que lo transformes en parte de tu vida cotidiana.
10. Renueva tu oficina. Cuando finalmente vuelvas al trabajo, agrega alguna foto nueva, lleva flores o añade algún tipo de decoración. Esto te ayudará a sentir que, además de volver mentalmente renovado, estás renovando tu ámbito de trabajo y empezarás la nueva etapa con más energías.