Construir una empresa o negocio desde cero te hace entender cada uno de los aspectos y roles del trabajo. Ciertamente, esta práctica ofrece al líder del proyecto una perspectiva específica de lo que se requiere para cumplir con una labor. Sin embargo, también puede resultar un obstáculo a la hora de delegar tareas.
A medida que los proyectos crecen, la responsabilidades y las áreas que atender se vuelven cada día más demandantes. Es por ello que para no limitar el posible crecimiento de nuestra empresa debemos delegar tareas. Pues llega un punto en el que no todo puede dependen de las actividades de una sola persona, y es allí cuando el equipo se convierte en un activo clave de la empresa.
Asignar las tareas que durante mucho tiempo desempeñaste es atemorizante, pero liberador. Y no, esto de ninguna forma significa que estás pasando el control de lo que construiste durante años a terceros. Más bien, tener la oportunidad de delegar tareas significa que gracias al trabajo realizado, ahora ha llegado el momento de formar un equipo.
¡Las compañías no se construyen solas! Parte importante de entender que crecer es expandirse, no solo con clientes, sino como organización, es verlo como el paso natural de tu negocio. Pero tranquilo, como toda evolución, toma su tiempo acostumbrarse.
Delegar tareas, al igual que encargarse de todo, es un hábito. ¿Ya sabes lo que eso significa?
Significa que cambiar la forma en la que estás acostumbrado a pensar con respecto a los pendientes de tu trabajo no se transformará de un día para otro.
Primero debes internalizar que necesitas ayuda, y que debes confiar en las capacidades de tu equipo para recibirla.
Además, la práctica de delegar trabajo también pasa por una auto-exploración de nuestras capacidades laborales. Esto está vinculado a que si bien durante un tiempo -mucho o poco- lograste desempeñar múltiples roles, en toda empresa hay áreas determinadas que no son nuestro punto fuerte. Esto se traduce en que nunca podremos darle a estás áreas el impulso que desearíamos.
En otras palabras: delegar el trabajo es una forma de abordar la cotidianidad de la oficina que traerá importante progreso a la mayoría de las área de la empresa.
Traer a un equipo de personas nuevas a tu equipo significa que tendrás que prestarles la atención necesaria para hacerlos sentir cómodos en la empresa, y además explicarles cómo deben desempeñar su trabajo.
Es fundamental mantener una lista de responsabilidades por cada departamento o actividad. Pues tus empleados o co-workers deben conocer con exactitud, y desde el principio, cuáles son tus deberes en la empresa.
Estos puntos de partida claros, concisos y atractivos jugarán un papel fundamental en el desempeño y aproximación a los retos de la labor diaria.
Como todo proceso de aprendizaje, esto requerirá paciencia. Parte del liderazgo de un proyecto es saber guiar a los nuevos miembros, ¡ayúdales a adaptarse al ambiente de trabajo! No solo es importante que conozcan sus tareas, sino que sean capaces de integrarse en la rutina diaria de la compañía.
La división de las tareas en cada empresa varia según el trabajo que desempeñen. Sin embargo, sin importar cuán alternativa sea la propuesta empresarial, debe quedar claro para los miembros del equipo y el líder mismo quién debe hacer qué y para cuando.
Delegar no es sinónimo de desentenderse, pero tampoco es perseguir e interrumpir a los empleados con vigilancia extrema. En este aspecto, es menester recordar la importancia de asumir nuevas responsabilidades al delegar otras. Así, quedará claro que la nueva etapa del trabajo para nosotros incluye tareas diferentes, como supervisar el trabajo, por ejemplo.
A la hora de revisar el trabajo realizado por el equipo es importante buscar comentarios de su propio desempeño durante el periodo establecido. Al mismo tiempo que ofrecer una retroalimentación alineada con los intereses de la empresa con respecto a su labor.
Parte importante de delegar las tareas es evaluar cómo funcionó el equipo en las diferentes tareas. Haz sentir parte del equipo a los trabajadores, reconoce el éxito de su desempeño y rescata que las debilidades o dificultades pueden ser resuelvas.
Es importante mantener al equipo motivado, pues de esta manera es más probable que logren alcanzar las metas sin retrasos o ambientes tensos. Además, parte de la motivación es hacer entender a los empleados la importancia de su trabajo diario con respecto al funcionamiento de una empresa.
Delegar es sinónimo de crecimiento, de organizaciones sólidas y de cambios que generarán frutos en el corto, mediano y largo plazo. Además, asignar las tareas te permitirá ocuparte de aspectos diferentes a los abordados durante la primera etapa de tu negocio. ¡Y esto será genial!
Mántenlo en mente: el éxito del equipo es el éxito del líder del proyecto.