Una póliza jurídica de arrendamiento es un documento que garantiza los derechos y obligaciones, tanto del arrendador como del arrendatario de un inmueble.
Es un acuerdo muy importante para ambas partes, ya que resulta una manera de protegerse ante cualquier infracción en el contrato.
Para el arrendador, la póliza jurídica puede respaldarlo, por ejemplo, cuando existen deterioros por negligencia y destrucción de la propiedad, daños que excedan el monto del depósito e incumplimiento con las fechas pautadas.
En el caso del arrendatario, este instrumento legal puede protegerlo de vicios ocultos (desperfectos que no pueden detectarse en el momento de la negociación), así como también de término de contrato sin preaviso o desobediencia en el plazo de pago, entre otros.
Cuando se decide rentar una casa o apartamento, es fundamental que las partes implicadas estén amparadas ante la ley. Por eso, este tipo de contratos se suelen ejecutar por abogados o personal relacionado con aseguradoras o afianzadoras.
Vamos a conocer qué tipos de pólizas jurídicas existen, cuáles son sus principales beneficios y por qué es una herramienta tan valiosa para el sector inmobiliario.
El mercado de pólizas de arrendamiento ofrece dos tipos de garantía, la tradicional y la plus.
Cada una de ellas tiene sus propios beneficios. Sin embargo, sus costos varían dependiendo de la protección que se requiera en la renta de una propiedad.
Este tipo de póliza es la más accesible y solicitada. Cubre lo básico que se necesita y no requiere de grandes trámites para ser ejecutada. Por eso, es una garantía ideal para quienes rentan casas o departamentos.
De esta manera, cualquiera de las dos partes involucradas en el contrato se asegura de recibir una cobertura legal en caso de que no se cumpla algún aspecto de la póliza jurídica de arrendamiento.
Esta póliza incluye un asesoramiento y acompañamiento legal personalizado. Es la que eligen aquellas personas (físicas o morales) que quieran alquilar espacios más complejos como, por ejemplo, edificios de departamentos o locales comerciales de gran magnitud.
Este tipo de garantía asegura una gestión con abogados altamente capacitados en cobro judicial y extrajudicial, con el objetivo de proteger el patrimonio del arrendador, recuperar el pago total de la deuda o, de llegar a ser necesario, facilitar el desalojo del arrendatario.
Una póliza jurídica de arrendamiento tiene múltiples ventajas tanto para las inmobiliarias y los propietarios de los inmuebles, como para los inquilinos. Principalmente, es un acuerdo que genera un espacio de confianza moral y legal entre ambas partes. Además:
A fin de cuentas, este tipo de convenio es esencial porque, además de ser rápido, sencillo y con costos accesibles, brinda la protección adecuada ante cualquier eventualidad.
Dentro de las pólizas jurídicas de arrendamiento, existen diferentes ejemplos de seguros que dependen de los intereses de quienes están involucrados en una renta y que son fundamentales para proteger al inmueble. Algunos de ellos son:
Hay que tener en cuenta que el nivel de seguridad que brinda una póliza jurídica de arrendamiento es un gran incentivo para animarse a poner en renta una propiedad, ya que resguardará el patrimonio sin importar el tipo de inmueble del que se trate.
En definitiva, contar con una garantía de este estilo hará que, tanto el arrendatario como el arrendador, puedan tener la tranquilidad y seguridad de que sus intereses estén protegidos y evitará futuros inconvenientes entre las partes involucradas.
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¡Hasta la próxima!