6 tecnologías que ya están revolucionando el marketing inmobiliario

Los dispositivos móviles inteligentes, las cámaras digitales alta definición y las redes sociales son herramientas que existen hace unos cuantos años y ya han cambiado radicalmente la industria inmobiliaria, la manera de gestionar su marketing y la forma general de hacer las cosas.

Hoy, hemos alcanzado ese futuro que siempre se veía en las películas o se leía en las novelas de ficción: finalmente es el momento de los drones, los robots y la realidad virtual 4D, que cambiarán, una vez más, el proceso completo de marketing inmobiliario, partiendo desde cómo se hacen las cosas hasta cómo acaban llegando al receptor.

1. Geofencing. Con esta tecnología se define un territorio específico. Cuando un potencial cliente entra dentro de los límites establecidos, automáticamente comienza a recibir notificaciones en su teléfono. Esta tecnología puede estar soportada en una aplicación (app based geofencing app) o en la misma red celular (network based geo-fencing). Sea cual sea la tecnología, proporciona un valor inmenso para un desarrollador inmobiliario, ya que podrá enviar mensajes con precisión geográfica.

2. Automóviles de conducción automática. Un proyecto de Google consiste en un vehículo que, al indicar dónde quieres ir, te lleva sin tener que conducirlo. Se espera que en 2020 haya 10 millones de estos coches autónomos en circulación. Esta forma de transporte puede modificar los hábitos de vida de personas que ahora no manejan. Ya no será tan relevante buscar vivienda cerca de una boca de subte o de parada de bus, ni que esté cerca de las zonas de colegios. Este auto se programará para que llevar a la gente a todas partes de forma segura y que los espere o vuelva a la casa a cargar la batería. Para los inmobiliarios, es una buena forma de buscar a los compradores y llevarlos a la vivienda que quieren visitar. Es mucho el tiempo que dedican los agentes inmobiliarios en desplazamientos, cuando ofrecen el servicio de tránsito a los clientes.

3. Proyecto Ara. Otro proyecto de Google, Ara, pretende posibilitar el acceso a internet móvil a 5 mil millones de personas que actualmente utilizan un celular sin conexión inalámbrica o no tienen un dispositivo inteligente. Así, se universalizará el acceso a estos dispositivos, y el aumento de personas con acceso a Internet móvil implicará que una extensión del nicho de mercado de herramientas para la búsqueda de propiedades y de servicios online para compradores y vendedores.

4. Drones y robobees. Los drones ya se están utilizando para fotografía aérea de activos inmobiliarios. La robótica transformará (y ya está transformando) todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Los Robobees son mini drones, pequeños como abejas, que permiten tomar material audiovisual desde cualquier lugar, y llegar a lugares que el ser humano no podría alcanzar con métodos tradicionales. En un futuro cercano, en las visitas de propiedades, el dron entregará la llave y acompañará a los potenciales clientes en la visita a la vivienda, permitiendo al profesional inmobiliario explicar remotamente lo que están viendo, desde su oficina o su propia casa.

5. Realidad virtual. La realidad virtual en la vivienda no es una tecnología nueva, pero sí es novedosa la universalización de su uso gracias a la reducción de los costos. El impacto visual es el principal atractivo de esta tecnología, pero también es clave el factor tiempo. Aunque no se haya extendido a los hogares el uso de la tecnología de gafas de visión virtual (aunque ya se pueden adquirir por alrededor de 110 dólares), acercarse a una inmobiliaria que las tenga disponibles puede facilitar las visitas, aumentar la eficiencia de los procesos y acelerar los pasos de una transacción. El interesado podrá realizar la visita de manera virtual, sin requerir de traslados o coordinación de citas futuras. Gracias a la realidad virtual, podrá ahorrar tiempo en conocer propiedades que quizás no sean exactamente lo que buscan, evitando la frustración, y simultáneamente las inmobiliarias aumentan la productividad. En el caso de la propiedad sin construir, poder recorrer virtualmente las futuras unidades y sus particularidades mejora la experiencia del usuario, acostumbrado a ver la información sobre plano e infografías estáticas. Además, ayuda a tomar decisiones y a evitar errores.

6. Inteligencia artificial y Big Data personal. El aprendizaje de las máquinas sobre el comportamiento y pensamiento humano hace que, buscadores como Google o Bing, interpreten cada vez mejor las consultas de los usuarios y sepan exactamente lo que están buscando, acomodando su oferta en consecuencia. Cada vez son más inteligentes y pronto tendrán conciencia de su propia existencia. Google está permanentemente aprendiendo e investigando los hábitos de consulta y consumo del ser humano, lo cual lo coloca un paso más adelante que a quien propiamente lo utiliza.

De la misma manera, la inteligencia artificial podría eventualmente reemplazar a los inmobiliarios, si llega a conocer e interpretar adecuadamente qué es lo que buscan los clientes. La inteligencia artificial puede entender dónde quiere vivir el interesado en base a sus intereses, hábitos, tipo de familia, aficiones… Es un Big Data basado en el comportamiento de cada individuo, medido a través de acciones que recoge esa inteligencia: búsquedas en navegadores, páginas consultadas, lugares visitados, etc.

Dentro de lo que es la inteligencia artificial se encuentran los sensores, que pueden intervenir en el proceso de compraventa inmobiliaria. Por ejemplo, si un potencial comprador visita una propiedad, las cámaras pueden registrar e interpretar sus sensaciones al ingresar a la vivienda, si manifiestan alegría o frustración, cuánto tiempo permanecen en cada ambiente de la casa, hacia dónde dirigen la mirada, qué cosas buscan y remarcan, etc. Toda esta información resulta de inmensa utilidad a la hora de conocer más y mejor al cliente.